NEGOCIO FORESTAL

La forestación es un negocio excelente en todo el mundo, es el commodity agrícola más estable, con mayor facturación que la agricultura y la ganadería juntas y curvas históricas de precio creciente. La madera cultivada es cada vez más buscada y valiosa al restringirse el uso de bosques naturales, y el ritmo de corta de bosques cultivados es mayor que lo que se foresta lo que va a traer obvios aumentos de precio y estabilidad al negocio. Frente al aumento de costo de materiales de construcción y fabricación a partir de derivados del petróleo y al aumento de precios de insumos como el cemento y el acero que requieren alto consumo energético para producirlo, la madera se afirma cada vez más en la construcción, mueblería, generación de energía, etc. Argentina tiene déficit de madera y el centro del país en particular es importador desde otras áreas de Argentina con gran componente de fletes. La enorme mayoría de los campos tienen áreas improductivas o de rentabilidad bajísima utilizadas con actividades como la ganadería con magros retornos económicos o sin uso alguno y las condiciones agroclimáticas de nuestro país y nuestra región resultan en tasas muy altas de crecimiento. Sin contar las áreas donde es obvia la opción forestal como sierras, tierras inundables y/o con problema de piso, barrancas, bajos, médanos y áreas donde no es posible sembrar, otras subzonas en campos agrícolas netos empiezan a usarse para forestación ya que después de varios años de agricultura de precisión se detectaron sectores donde casi todos los ciclos se cosecha por debajo del costo, llámese lomas, media lomas, bajos, etc. y ya no justifica bajar el promedio sembrando esas áreas. La actividad forestal si bien es a mediano y largo plazo, estos plazos se han reducido mucho en función de especies, genética, menores diámetros de corta y tecnología como la fabricación de vigas compuestas a partir de trozos de madera, etc. La producción anual es más estable ya que la forestación explora otros perfiles de suelo que los cultivos tradicionales y la ganadería es una socia perfecta para la actividad, haciendo doble uso de la tierra con una producción de carne mayor que sin la forestación. El Rendimiento Forestal por Ha/año equivale a tener varias cosechas de soja cada año y la actividad está apoyada por leyes forestales que permiten recuperar con subsidios gran parte del costo de forestar y además desgravar hasta la corta final los impuestos en relación de 5 has por cada ha forestada. A esto hay que sumarle las obvias ventajas ecológicas y las pocas veces considerada satisfacción personal. Otros usos son cortinas forestales para aislar poblados de áreas de cultivo, cortinas forestales para cultivos intensivos, plantas de tratamiento de efluentes cloacales en industrias, frigoríficos, tambos, etc.